En el mundo de
la construcción ha habido multitud de materiales preferidos para su utilización
en infraestructuras, este es el caso del acero corrugado. Esto es debido gracias a su gran resistencia frente a climas
adversos.
El uso del acero
va desde embarcaciones destinadas a buques de carga hasta los más grandes
rascacielos del planeta.
Con esta
demostración de los lugares dónde está patente su utilización, podemos decir
que fue un elemento esencial para la evolución de la arquitectura a finales del
siglo XIX, dónde se dieron un gran número de estructuras realizadas con este
tipo de material.
Con este nuevo
material, el abanico de opciones se abrieron de forma asombrosa, ya que
podíamos construir estructuras nunca pensadas antes con una resistencia y
calidad asombrosa, uno de los ejemplos de esto es en la gran variedad de
fábricas, edificios de gran envergadura o puentes que se construyeron con acero
como base.
Una de las
estructuras más impresionantes del acero es la Biblioteca de Santa Genoveva,
construida en la década de los 50 en el siglo XIX, ubicada en París. Otro espacio que nos encontramos en la capital francesa es la Galería de Máquinas,
realizada con el mismo material que la biblioteca pública.
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