En el sector de la construcción, una de las
partes más importantes de la misma son las vigas, ya que son piezas que sirven
como elementos de sujeción de cualquier estructura, y poseen también la
capacidad de poder soportar pesos y cargas bastante elevadas, con un cierto
grado de flexibilidad.
El mayor uso de las vigas en una obra es para
el soporte de techos y aberturas, también así para otro tipos de
infraestructuras como podrían ser puentes.
Hay varios tipos distintos de vigas, y cada
una sirve propósitos distintos, en especial cuando estamos hablando de diversos
niveles de tracción y compresión. Es por esto que se debe conocer cuál es la que
necesitamos y cuál no funcionará para el uso que le queremos dar, especialmente
si nos referimos a vigas de hierro y vigas de hormigón, por ello necesitaremos
un proveedor hierro para tener los mejores materiales.
Las vigas de hormigón están fabricadas por
este material pretensado y postensado, adecuándose a las exigencias de las
obras y sus esfuerzos a diferencia del hormigón armado con el que muchas
personas están familiarizadas. Estas piezas tienen una flexibilidad bastante
buena y se adaptan a las exigencias de los terrenos. Se utilizan normalmente en
las construcciones de viviendas y son más pesadas que las de hierro, click aquí para saber más.
Las vigas de hierro o de acero tienen un
comportamiento isotrópico, con una mayor resistencia pero un menor peso que las
vigas de hormigón, por lo que pueden soportar esfuerzos mayores tanto de
compresión como de tracción, siendo así las ideales para las obras
residenciales.
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